sábado, 20 de abril de 2013

Crecimiento económico: la espada de Damocles energética 

Decía el poeta Horacio en la Oda III que ni los banquetes de Sicilia, ni el canto de los pájaros, ni los acordes de la Cítara, le devolverían el sueño a aquel que viera una espada desenvainada sobre su cabeza. 

Sobre la economía argentina pende una espada de Damocles como la que aludía el poeta: el déficit comercial energético que puede limitar el crecimiento económico. La relación causal señalada fue reiteradamente ilustrada en el pasado por el ciclo de “stop and go” que refiriere a los frenazos (y arranques) causados por estrangulamientos de dólares para financiar desequilibrios por cuenta corriente que detonaron ajustes a la baja de importaciones y nivel de actividad. Otrora causados por requerimientos de divisas para pagos externos, actualmente el “stop” -que ya hizo efecto en 2012- parece vincularse al desequilibrio energético. 

 El 2012 fue pródigo en medidas efectistas que no cambian la política energética que condujo a dicho desequilibrio. Vale recordar las más trascendentes: reducción de subsidios en distribución de gas y electricidad, posterior marcha atrás y actuales aumentos de suma fija; expropiación (o confiscación) de YPF; creación de una Comisión para regular rentabilidad de empresas de hidrocarburos (Dec. Nº1.277); baja del precio interno del biodiesel y vuelta atrás ante el inminente cierre de plantas; creación de una comisión para el reordenamiento del sector eléctrico en crisis; mantenimiento de la baja calidad institucional (sigue intervención de ENARGAS y ley de Emergencia Económica); y restricciones cambiarias fruto de la necesidad de divisas para mayores importaciones energéticas. 

2013: la energía que limita el crecimiento 

Si la economía crece, la necesidad energética aumenta. Sin embargo, el cambio de reglas e incentivos fracturó relaciones estructurales, como la existente entre crecimiento económico y demanda de energía. 

Con un modelo sectorial que toma en cuenta las limitaciones antes expuestas y utiliza estimaciones de la tasa esperada de crecimiento de la economía (del 3% al 4,4%) se estimó el probable déficit energético para 2013. El déficit de gas natural resultó entre US$4.500 a US$6.500 millones, según restricción interna, siendo aquel el corazón del déficit energético para 2013 debido a la compensación mutua estimada entre los productos derivados del petróleo. 

A noviembre de 2012 el INDEC marca un déficit energético de US$2.645 con una economía que a octubre creció solo un 2% (EMAE). Especialistas agropecuarios estiman en US$6.000 millones el excedente de dólares del sector para la cosecha venidera, los cuales deberán usarse para tapar el agujero energético. Es decir, la espada de Damocles energética seguirá restringiendo el crecimiento económico en 2013. 

Publicado el 2013-01-02 en: http://www.elpuntodeequilibrio.com/front/opinion.php?id=48#.UXK_WqKENNE

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