martes, 14 de enero de 2014

El Ministerio de la Verdad y la crisis eléctrica

Lic. Mauricio E. Roitman

George Orwell, describe en su obra “1984” un imaginario Estado Totalitario en el cual existe un Ministerio de la Verdad que con sus acciones da sustento histórico a los tres lemas del partido dominante: la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud y la ignorancia es la fuerza. La tarea fundamental del Ministerio era modificar la historia para hacerla compatible lógicamente con el presente.

En una tarea similar, aunque con algunas imperfecciones aún, parece estar embarcado parte del gabinete nacional, especialmente los Ministerios de Economía y de Planificación Federal, desde que estalló la crisis eléctrica.

Para muestra, sobra un botón. El 23 de Noviembre de 2012, en la presentación de un plan de obras de infraestructura en electricidad y gas que la semana siguiente sería parte de la Resolución ENRE 347/2012, publicada en el Boletín Oficial del 27 de Noviembre de 2012, el Ministro De Vido, acompañado por Axel Kicillof, decía textual: “Es el Estado Nacional y los intendentes, no las empresas las que digan lo que hay que hacer; las empresas tienen que hacer lo que digamos, decidiendo de la mano de los intendentes”. Para los desconfiados, la fuente de esta cita es la página web de la Sala de Prensa de la Secretaría de Comunicación Pública de la Presidencia de la Nación (http://www.prensa.argentina.ar/2012/11/23/36276-anuncian-obras-de-infraestructura-de-electricidad-y-gas-por-dos-millones-de-pesos-anuales.php).

Mientras que por Resolución 3/2014 del MINPLAN, publicada en el Boletín Oficial del 7 de Enero del corriente año, se dispone en el Artículo 1º que “…las inversiones a realizar con los fondos provenientes del “FONDO PARA OBRAS DE CONSOLIDACION Y EXPANSION DE DISTRIBUCION ELECTRICA (FOCEDE)”, creado por Resolución Nº 347 de fecha 23 de Noviembre de 2012 del ENTE NACIONAL REGULADOR DE LA ELECTRICIDAD (ENRE), organismo autárquico actuante en el ámbito de la SECRETARIA DE ENERGIA del MINISTERIO DE PLANIFICACION FEDERAL, INVERSION PUBLICA Y SERVICIOS, serán decididas por la SUBSECRETARIA DE COORDINACION Y CONTROL DE GESTION de este Ministerio.”

Al parecer, la acción de los intendentes no debe haber sido del todo efectiva decidiendo las inversiones eléctricas porque quedan excluidos en la nueva resolución. El que siempre estuvo, según ambas Resoluciones, decidiendo esas inversiones fue y sigue siendo el Estado Nacional.

Siempre se puede mejorar y forzar la congruencia del pasado con el presente o reescribirlo mejor. ¡Ánimo! Debe ser solo un pequeño descuido del Ministerio de la Verdad. 


martes, 7 de enero de 2014

Apagón del 7 de noviembre de 2012. Situación del sector eléctrico

Publicado en Carta Energética
Año IV. Volumen Nº 15 | Diciembre 2012
Montamat & Asociados

Por Osvaldo Molinari

El Miércoles 7 de noviembre del 2012, se produce un apagón de envergadura, con 2000 MW de cortes en el área metropolitana durante 3 horas, lo que representa a 500 mil usuarios aproximadamente (2 millones de personas) y el 25% de la demanda del área metropolitana desabastecida. El 75% de esos cortes afectaron a usuarios de Edesur y el 25% restante a los de Edenor. Este episodio es la mayor crisis eléctrica que sucede en el país después de la crisis de Edesur de Febrero 1999, debido al incendio de la subestación Azopardo y que afectó a 600 mil usuarios durante 11 días, hace ya trece años.

El informe técnico de Cammesa dice expresamente: “a las 18:03 desenganchó línea de 220 kV Costanera - Hudson 2 y 18:04 desenganchó línea N°1, simultáneamente desenganchó la TG02 de Barragán y Puerto Nuevo TV07. A las 18:09 se pierden las cuatro líneas de 132 kV que vinculan Costanera con Dock Sud, produciendo el desenganche de las siguientes máquinas Costaneras TV03/04, CC BsAS y 1/2 CC de Costanera (TG09). Entre ambos eventos se producen aprox. 1400MW de cortes en Edesur, perdiéndose una genera-ción total de aprox. 1000 MW. Con la normalización de la red se comienza a reponer los cortes”. “Luego, a las 18:31 desenganchó línea de 220 kV Malaver - Moron N° 1. Se producen 300 MW de cortes. 18.56 E/S la línea y comienzan a normalizar la demanda. A las 19.10 desengancha línea de 220 kV Malaver - Morón N° 1, con idénticas señalizaciones. 19:26hs E/S. Comienzan a normalizar la demanda. A las 20.01 desengancha nuevamente. La línea queda f/s para revisión. Continúan los 300 MW de cortes”.

Hasta el momento de la redacción de este artículo, no se dijo públicamente cuales fueron las causas de la salida de servicio de las líneas de 220 kV de Costanera a Hudson y que arrastraron a otras 12 subestaciones de alta tensión de Edesur. Sólo el Ministro De Vido ensayó una denuncia penal y pública sobre un presunto sabotaje en dichas líneas de dudosa credibilidad. Esta hipótesis fue rechazada de plano hasta por el titular del sindicato de Luz y Fuerza, el gremialista Oscar Lezcano. En caso de ser derribadas una sola de esas to-rres de manera malintencionada, se tardaría entre 72 y 96 horas como mínimo en ser repuestas, cosa que no sucedió. Lo del apagón del miércoles 7 pudo haber sido cualquier cosa (falta de mantenimiento de las líneas, aisladores o descargadores en mal estado, ramas de árboles muy próximas a las líneas, etc.). Ter-minó siendo, una vez más, la combinación de la mala suerte y la desidia de un sistema funcionando al límite.

Lo que sucede realmente es que la infraestructura eléctrica se halla al borde del colapso, y esto se hace notar particularmente cuando el termómetro supera los 30ºC. Como se viene advirtiendo desde hace algu-nos años desde esta publicación, el motivo de este deterioro de la red eléctrica se halla en que las empre-sas del sector energético se encuentran en una crisis terminal, particularmente las de servicios públicos regulados como transporte y distribución.

En el caso específico del sector distribución, la situación financiera de las empresas está muy deteriorada en función del retraso en la recomposición del Valor Agregado de Distribución (VAD). En las áreas de conce-sión federal, las Renegociaciones Tarifarias Integrales (RTI) se encuentran suspendidas desde el año 2002 (más allá de un pequeño reconocimiento parcial del año 2008) con lo cual ya llevan 12 años de congela-miento tarifario. El caso más apremiante es el de la empresa Edesur, cuyas pérdidas entre enero y septiem-bre de este año alcanzaron los $453,9 millones y tiene previsto para el 2012 un rojo de $700 millones. Ede-sur ha dejado de pagar una parte de la energía que le compra a Cammesa a nivel mayorista.

Recientemente, la empresa Edenor ha adoptado el mismo camino y con ello ya son 30 las empresas distri-buidoras del país que dejaron de pagarle a Cammesa por la energía mayorista. En el caso de Edenor está pagando solo el 50% del valor de la misma. Esta empresa es la principal distribuidora eléctrica del país, y según los datos del balance que presentó hace poco mostraron una pérdida de casi $600 millones para los primeros 9 meses del año. Este resultado supera en un 38% el total de las pérdidas del 2011. En el caso de Edelap, el último balance expuso un rojo de $190,2 millones entre enero y septiembre del 2012, el doble del registrado en el 2011 y podrían terminar este año con $ 300 millones de déficits.

Por el lado de las transportistas la situación no es mucho mejor. Para Transener, las pérdidas en los prime-ros nueve meses ascendieron a $ 60,4 millones, un 157% más que 2011. Y en el caso de empresas de generación como Central Costanera –la generadora de ENEL-Endesa– el déficit de sólo $ 15 millones entre ene-ro-setiembre del año pasado se disparó a $ 336,5 millones para el mismo periodo del 2012.

Estas cinco compañías ya concentran entre enero y setiembre de este año un nivel de pérdidas que roza los $ 1.700 millones. En el 2011 habían cerrado con un rojo global de casi $ 1.000 millones y los números para todo el 2012 proyectan, para este conjunto de empresas, un resultado negativo cercano a $ 2.500 millones.

Es fundamental entender los costos del sistema eléctrico para poder hacer un buen diagnóstico del sector. En el año 2011, los costos operacionales del todo el sistema eléctrico alcanzaron los 420 $/MWh, sin consi-derar impuestos, intereses y nuevas inversiones en expansión y rentabilidad. De ello, 299 $/MWh corres-ponde a generación, 80 $/MWh corresponde a transmisión y distribución y 41 $/MWh al CapEx obligatorio y recurrente. Todos estos costos representaron unos $50.800 millones que permitieron tener operativo al sistema eléctrico completo.

Por el lado de la demanda, 217 $/MWh (en promedio) se cubren con tarifas reguladas y con los precios pactados por los grandes clientes que contratan directamente su energía. El resto, 213 $/MWh son cubier-tos por subsidios del Estado Nacional, entre los que se encuentra la importación de combustibles como fueloil, gasoil y GNL, contratos con Cammesa (Foninvemem, Resolución SE 220/08, Energía Delivery), e im-portación de energía eléctrica desde países vecinos como Brasil.

Entonces, con lo recaudado vía tarifas más los subsidios aportados por el Estado Nacional, apenas se logra-ron cubrir los costos operativos, pero no alcanzaron a cubrir ni intereses, ni impuestos, ni amortizaciones, ni rentabilidad, ni la expansión del sistema.

La realidad del resto de las empresas del sector eléctrico es muy similar, por lo que requieren de una urgen-te modificación de sus ingresos para recuperar el equilibrio con sus costos operativos de corto plazo. Hasta ahora se venían cubriendo con algunos “parches” como los mecanismos de monitoreo de costos (compen-sados con ingresos del PUREE) para el caso de las empresas distribuidoras, o con el “acuerdo” con los gene-radores 2008 – 2011 para el sector generación, pero estos mecanismos fueron llamativamente derogados a principios del 2012 en forma unilateral por parte del gobierno nacional. En el caso de Edesur, se solicitó un préstamo al Banco Nación (vía Cammesa) de $200 millones a cuenta de los mecanismos de monitoreo de costos del 2012 para poder mantenerse operativo y pagar aumentos de salarios solicitados.
Resolución ENRE Nº347/2012: Aplicación de montos fijos para distintas categorías de usuarios en el caso de Edenor y Edesur para obras de infraestructura eléctrica en el área metropolitana.

Como respuesta al apagón del 7 de noviembre, el Gobierna Nacional instrumenta a través de la Resolución ENRE 347/2012 un Cargo especial para inversiones en el sistema de Distribución, mediante el cual pretende recaudar alrededor de $1.000 millones para obras en el área metropolitana (de concesión federal). A la luz del agudo proceso de falta de inversión en los últimos diez años, la suma esperada parece ser escasa.

En las Actas Acuerdo de Renegociación de los Contratos de Concesión de Edenor y Edesur del año 2005, se había establecido que hasta tanto entraran en vigencia los nuevos cuadros tarifarios resultantes de la Revi-sión Tarifaria Integral (RTI), la tarifa de las distribuidoras serían periódicamente ajustadas por el ENRE cuando se registraran incrementos en los costos de prestación del servicio, de acuerdo al Mecanismo de Monitoreo de Costos (MMC) previsto a tal efecto.

Los incumplimientos del ENRE en este sentido, generaron numerosos reclamos por parte de ambas Distri-buidoras, quienes solicitaron el cobro de los incrementos resultantes de la aplicación del MMC a fin de permitirles la realización de inversiones en obras de infraestructura y de mantenimiento correctivo. Es por ello que, luego de la debida intervención de la Secretaría de Energía, el ENRE dictó la Resolución Nº347/2012 mediante la cual creó un cargo fijo que será abonado por las distintas categorías de usuarios según su nivel de consumo. Para el caso los usuarios residenciales, esta suma va desde los 4 hasta 150 $/bimestre por consumo creciente.

Los montos que perciban las Distribuidoras serán tomados a cuenta de los créditos y débitos que resulten del análisis que efectúe el ENRE al momento de la RTI, y deberán ser utilizados, en forma exclusiva, para la ejecución de obras de infraestructura y el mantenimiento correctivo de las instalaciones de las Concesiona-rias. A tales efectos, la norma establece la creación de una cuenta especial por cada Distribuidora, en las cuales, se depositarán los importes percibidos por las mismas, y que será administrada por un Fideicomiso que será creado oportunamente.

Es importante puntualizar que la norma expresamente establece que “tanto los referidos importes así co-mo las obras que se acuerden con motivo de la presente, no excluyen a los compromisos asumidos en las actas acuerdo a ese respecto, ni tampoco el procedimiento que se determina por este acto, exime a las Distribuidoras del pleno cumplimiento de sus obligaciones dentro del Marco Normativo vigente”.

En los últimos diez años, la calidad del servicio eléctrico sufrió un deterioro muy fuerte. Según datos del ENRE, los reclamos registrados por falta de suministro en el área metropolitana crecieron de 2847 casos en el año 2002 a 87209 reclamos en el 2010, o sea que crecieron más de 30 veces en ocho años. Este año esa se cifra se duplicaría, lo que torna ya insostenible la situación. Por ende, a nuestro juicio, esta última medi-da tomada es un parche más como otros tantos en los últimos diez años, y la suma que se piensa recaudar resulta insuficiente dado el atraso en las inversiones en las redes de alta, media y baja tensión.

Volviendo al tema del apagón, nadie puede garantizar que lo ocurrido el miércoles 7 de Noviembre no vuelva a suceder en cuanto la temperatura supere los 30ºC. La infraestructura eléctrica se encuentra al límite y cualquier falla puede arrastrar al colapso de gran parte de la red eléctrica afectando a millones de personas. Los trastornos ocasionados por cortes de esta envergadura son enormes desde caos en el tránsi-to por la salida de servicio de semáforos hasta la falta de agua potable por la interrupción de las bombas que elevan el agua a los tanques de los edificios. Cuanto más largos o periódicos sean estos cortes, más se va hacer notar el malhumor de la población por la mala prestación de los servicios eléctricos.